El domingo 17 por la mañana me vi en la tesitura que por primera vez en todo el fin de semana no tenía nada que hacer, así que decidí irme a conocer Getxo y pisar sus dos famosas playas. Aunque el dia amaneció frío y ventoso y era más que probable que no me bajará, me hacía mucha ilusión el conocer otra mítica localidad vizcaína a la que nunca había ido...
Afortunadamente para mi, Getxo tiene metro así que me dejó en medio de la localidad y cerca de sus playas, por lo que eso fue lo primero que hice; ir a visitar y disfrutar de la playa aunque hiciera un día ventoso. Tras ello me di un paseo por el puerto y me encontré con que Getxo tenía acuario. Como me encantan los peces pagué sin dilación los tres euros que costaba la entrada y disfruté de un pequeño y coqueto acuario, en el que cada pecera era un ecosistema de diferentes lugares del mundo; siendo la principal estrella la Morena. Aunque el Pez Gato con su semejanza con los tiburones también era admirado por muchos niños.
Tras ello me fui a dar un paseo por la ciudad disfrutando de sus casas, de su otra playa y de su gastronomía y justo cuando me encontraba cogiendo el metro para volver a Bilbao, mi colega de la ACN de Bilbao, el señor Jon Ander me llama para decidirme sí me gustaría hacer una pequeña presentación en casa de un colega suyo de Lekeitio.
¡Vaya pregunta! Pues claro que quería. Me llevé un gran alegrón, quedé con él para comer y para preparar la presentación.
Aunque íbamos a comer a Leekeitio, muy recomendable por cierto, me recogió en la salida del Metro de Lutxana que es donde él vive. De allí fuimos hacia una presentación que me hacía mucha ilusión, pues en Bilbao siempre me han tratado de lujo.
Y así fue una vez más, pues aunque la casa de este chico, Jokin, no era muy grande su comedor era cómodo y espacioso. Allí disfruté, durante más de 40 minutos, de 8 personas interesadas en mi obra y lo que comenzó como una presentación acabó siendo, y por ello doy gracias, un divertido evento literario. Tras finalizar el acto llegaron las fotos, algún libro vendido y las despedidas.
También me despedí de Jon Ander pues sabía que iba a tardar en volver a verle, a no ser que él baje a Madrid pero con su trabajo tiene poco tiempo libre así que lo veo poco probable.
Como era muy pronto volví a Bilbao en Metro y allí me confundí con un turista más, de esos que quieren ver Bilbao en dos tardes, pero yo destacaba porque iba aún ritmo pausado y con una perenne sonrisa por lo bien que había salido todo en este "Revolucionando Euskadi Again"
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